“The First Omen” revive una saga legendaria (reseña)

La década de 1970 fue testigo de un renacimiento del género del horror, con el surgimiento de icónicas franquicias como “Halloween”, “Jaws” y “The Texas Chain Saw Masacre”. En medio de este auge, películas como “Rosemary’s Baby” pavimentaron el camino para clásicos del terror como “The Exorcist” y “The Omen”, esta última desatando un frenesí en los padres que los llevó a escudriñar las cabezas de sus hijos en busca del temido 666. Así nacía una de las trilogías más memorables del género, con lanzamientos como “Damien: Omen II” y “Omen III: The Final Conflict”.

Aunque en años posteriores se lanzaron secuelas como “Omen IV: The Awakening” (1991) y un ‘reboot’ en 2006, ninguna logró igualar el impacto de las originales. Ahora, nos llega “The First Omen”, una precuela que nos sumerge en los orígenes de la saga, remontándonos al año 1971.

En esta entrega, protagonizada por Nell Tiger Free en el papel de Margaret, una joven huérfana criada por la iglesia en Estados Unidos, somos transportados a Roma, donde Margaret se dispone a hacer sus votos para convertirse en monja. Pronto descubre indicios de que algo siniestro se oculta tras los muros del convento, con jóvenes aisladas y visiones aterradoras.

El excomulgado padre Brennan (Ralph Ineson) se convierte en su confidente, revelándole un oscuro complot del convento para dar a luz al Anticristo. A medida que la trama se desarrolla, “The First Omen” ofrece escenas de muerte espeluznantes y sustos magistralmente ejecutados, manteniendo al espectador en vilo en todo momento.

Nell Tiger Free brilla en el papel central, llevando al espectador en un viaje que va desde la inocencia hasta la seducción audaz, desde la compasión hasta la posesión demoníaca. El elenco de apoyo, con figuras como Ineson, Charles Dance y Bill Nighy, aporta credibilidad a la narrativa, mientras que Sonia Braga se destaca en su papel de la amenazadora Hermana Mayor.

The First Omen

Con una producción impecable que recrea la atmósfera de la Roma de 1971, “The First Omen” ofrece una experiencia visualmente impactante, gracias a la labor de la directora, Arkasha Stevenson. El director de fotografía Aaron Morton captura la esencia de la ciudad, desde sus calles hasta sus clubes nocturnos, en una paleta de colores que oscila entre la luz y la oscuridad, creando una tensión constante.

Al salir del cine, es inevitable cuestionar el futuro de la serie, especialmente considerando que muchos espectadores aún no han tenido el privilegio de experimentar la saga original. Sin embargo, “The First Omen” se erige como una sólida propuesta que deja al público deseando conocer el desenlace de la historia de Damián, el Anticristo. En un género donde las expectativas son altas, esta entrega ofrece un recordatorio del poder duradero del terror cinematográfico y la fascinación eterna con el mal en su forma más pura.

The First Omen

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